miércoles, 30 de marzo de 2011

El voto facultativo como opción del cambio?

Es curioso en nuestro sistema de gobierno tratar de legitimar a alguien, un presidente, congresista, alcalde, regidor, que fue elegido por el compromiso de votar más que por el deseo de las personas de confiarle un cargo. Sin embrago, en términos generales, es más factible darle por lo menos ése tipo de legitimidad a las nuevas autoridades para que luego cuando éstas se equivoquen o cometan actos de corrupción en agravio del estado y sean impopulares, la población no quiera restarle autoridad o pedir su destitución tan fácilmente. Cuando todos votan el ‘muerto’ se carga entre todos.
En teoría el voto facultativo debe darles una serie de legitimidad a los candidatos y una columna de responsabilidades en ese momento surge una interrogante ¿VOTO O NO VOTO? Aunque siempre hay una cuestión aquí, hay personas que les interesa y a quienes no participar en los comicios, es ahí donde se asienta la facultad de cada persona para elegir, el voto facultativo son para las personas que están interesadas en participar de los procesos políticos, ya que solo así se dará una esencial calidad al voto pero todo es seria completamente subjetivo ya que plantearlo en nuestro estado seria un verdadero reto por la pobre conciencia y carencia democrática en que vivimos, también cabe recordar que el voto facultativo no garantiza el cambio de un país pero si puede ser una opción de cambio en un futuro determinado pero siempre y cuando los problemas de culturalización democrática sean resueltas.
Por ejemplo en nuestro país, la personas del campo, obreras y de bajos recursos prefieren mil veces quedarse en sus aposentos que ir a votar ya que la sanción no los amilana pero no escribo este artículo con la idea de relegar a la clase trabajadora y humilde solo procuro incipientemente darle conciencia a la hora de elegir a las autoridades pero no todo se centra en la mala elección de la comunidad popular, incluso, gente supuestamente más culta en las ciudades busca a toda costa evadir ir a  las urnas o ser miembro de mesa, esto hace por lo menos complicado el tema. Aunque el voto tendría como resultado a autoridades elegidas con un bajísimo margen de votos, lo cual sí restaría legitimidad a los candidatos, dado que si el elector votó por ‘X’ y éste resultó ser una ‘rata’, va a ser más fácil que le quieran poner todo tipo de zancadillas en su gestión y en algunas regiones del país sacarlo en burro por las calles o hasta lincharlo tomar justicia con sus propias manos.
Ahora es raro, hablar de igualdad de voto en un país en el que los que votarían bajo el modelo facultativo solo serían aquellos interesados en participar en la vida política del estado, un caso un grupo de persona con un cierto grado de educación o con algunos intereses partidarios, ahí se abre una nueva brecha, ya que los que quedarían al margen siempre serian las personas que antes de participar en política están más preocupados es su subsistencia, una gran mayoría de personas míseras, con escaza conciencia democrática y preparación acerca del tema. Por otra parte, la ‘calidad’ del voto consciente es otro rollo, ya que tampoco es garantizada por que éste sea facultativo o no porque el electorado sigue siendo manipulable, en especial en las zonas más deprimidas del país.
Tal vez el no votar como un derecho democrático, podría terminar de hundir al sistema político que es el único espacio de reconstrucción nacional, pero por lo mismo se puede sostener y hay razones para hacerlo desde una justificada defensa liberal de la democracia, que votar es un derecho más que un deber pero aun así no debería ser obligatorio, añadiendo a este articulo puedo decir que en muchos países desarrollados donde votar no es obligatorio. No lo es en Estados Unidos y vota menos de la mitad de ciudadanos, Australia, Ecuador, y España y solo votan alrededor de las terceras partes de la ciudadanía.
Desgraciadamente, nuestro país carece de conciencia democrática, tiene una déficit de identidad y autenticidad, ya que se ha legislado casi siempre mediante el recurso a la copia, sin atender a las circunstancias propias del país y con muy poca consideración por los efectos que, en esta realidad concreta, puede tener tal o cual medida, acaso muy positiva en otras latitudes. Por eso es que la vida diaria en el país real discurre muy lejos de los términos legales que intentaron sin éxito encauzarla.
Puede que estemos a punto de que nos pase lo mismo, una vez más. Al proponerse la supresión del voto obligatorio, el Perú recurriría a la imitación, en lugar de razonar sobre la base de la propia realidad y considerar los efectos de una medida probablemente desastrosa y para concluir y vuelvo a repetir implantar ahora el voto facultativo en nuestro sistema de gobierno sería un caos por el hecho de que como ciudadanos de una sola nación estamos perdiendo de nuestra propia conciencia democrática cuando el país este en un proceso de cambio hacia un futuro mejor hablar del voto facultativo será mas que evidente, real y objetivo. Muchas gracias
J



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